Mi amado y querido amigo, este mi mensaje quiero hacerte llegar. No importa cuán terrible ni cuan negra sea la situación en tu vida recuerda aquí estoy yo. Déjame, aferrarte de mi mano y guiarte, sostenerte y abrazarte. Permíteme cargar tu exceso de equipaje, permíteme remover la piedra que bloquea tu camino, yo puedo destruirla de un solo toque, tan solo confía plenamente en mí. Yo no puedo ser tentado, no me desvió ante nada ni nadie, Yo quiero ser tu refugio y tu amparo en todo tiempo y situación. Mira y busca mi rostro, que brilla bajo la peor tormenta de tu vida ahí brilla mi verdad y extiendo mi mano para que tu, mi más preciada creación la tomes libremente y con todo tu corazón. Aprende a escuchar mi voz, sabiamente y con inteligencia. Goza de los frutos y bendiciones que llegan cuando me dejas entrar en tu corazón, cuando nos convertimos en uno solo en alma y corazón. Ábrete a mí, que te espero día a día, pacientemente. Yo te saco de la oscuridad y te doy luz más brillante que el sol y las estrellas del cielo, graba en tu corazón y cuélgalo de tu cuello mi amor y la salvación que anhelo regalarte juntamente con la limpieza que te daré con la Sangre de Jesús. Yo destruyo, cualquier tribulación que el enemigo ponga sobre ti, porque me eres precioso y atesoro tu alma como el oro más fino. Te deshago y te amoldo como el alfarero a la arcilla y el barro, te hago nueva criatura y te llamo hijito amado. Pasas a ser mi heredero, aderezo mesa delante de tus angustiadores y siempre te tendré tu copa rebosando. Para que recuerdes siempre que el bien y la misericordia te seguirán todos los días de tu vida. Y que te estoy esperando en mi casa para que mores por largos días hasta la eternidad. Solo yo soy fiel, solo yo te otorgo salvación y perdón. Búscame, porque espero por ti, búscame porque quiero ser hallado por ti mientras aun hay tiempo. No me dejes de lado, porque yo soy tu amparo y fortaleza, tu pronto auxilio en medio de las tribulaciones. Yo te sostengo y sustento en medio de ellas para que puedas atravesar victorioso la tormenta y puedas ser ejemplo y reflejo de cuán grande y poderoso soy y que inmenso es mi amor. Reconóceme, alábame, canta y da testimonio de mi gloria y dile al mundo que aun estoy vivo, sigo igual desde el principio hasta la eternidad. Vive para y por mí y yo te recompensare con bendiciones y arreglare tu habitación en mi casa, para cuando llegue el tiempo estemos todos juntos para mi gloria y honra. No sabes cuan ansioso estoy de verte en ella, mientras vive y confía y ten fe plena y completa en mí y yo obrare hasta que regrese por mis hijos.
Escrito por
Rebecca Vila Cano
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