Thursday, April 10, 2014

A la sombra del árbol frondoso



A la sombra del árbol frondoso
Cobijarme, bajo tu sombra quiero para que mi espíritu repose en ante tu Presencia
Eres Señor, como la sombra del árbol frondoso en donde se encuentra paz y refrigerio para el alma atribulada
A la sombra del árbol frondoso, acude mi alma a diario para renovar y restaurar mi corazón, para reponer fuerzas en donde mis debilidades solo tú, Padre, puedes sustentar a la sombra del árbol frondoso
Tu sombra me cobija, como los brazos de una madre a su pequeño recién nacido por primera vez que lo acurruca a la sombra del árbol frondoso
Mi Dios y Salvador, así quiero acurrucarme ante tu Presencia, Padre, a la sombra del árbol frondoso todos los días porque tú, eres mi centro y mi hogar.
 
Escrito por
Rebecca Vila Cano


Rompiendo las cadenas

                         
 
 
 
 


 



 
 

Llegan momentos en que nos sentimos presos de todos los problemas porque hemos querido acabar con ellos de un solo golpe y ellos nos han atrapado volviendonos preso de ellos. Que olvidamos contamos con armas poderosas para desatarnos de la prision de los problemas ¿Cuáles son ellas? La oracion, la fe, la confianza y la postura de batalla dar rodilla y clamar porque Dios tome el control como Él solo sabe hacerlo, dejandolo obrar esperando paciente y calladamente a que Su Santa y Bendita Voluntad se cumpla sea cual sea. Aprendiendo a aceptarla como venga porque detrás vendran cosas mejores a su justo y preciso momento para saberlo apreciar como es debido pero mientras Dios nos recuerda que aun en la tormenta Él esta presente que en medio del silencio Su Presencia está solo hay que saber distinguirla no temer porque Dios siempre está en control, para demostrar cuan grande es Él en todo tiempo. Solo hay que clamar a Él y responderá según sus planes y bendiciones para nosotros.

 

Escrito por:

Rebecca Vila Cano

 



Sunday, April 6, 2014





Como los pájaros despues de la tormenta cantan porque ya paso, así debemos hacer nosotros también. Porque el Señor nos ayudo a sobrepasarla y estuvo con nosotros durante la tormenta hasta el final. Seamos como los pájaros, que cantan despues de la tormenta porque esta ya paso y el sol sale otra vez brillante y iluminoso. Alaba a Jehová como las aves lo hacen todos los días porque ven un nuevo día y porque saben que su Creador vela por ellas y que por nada temen y es su Proveedor. Por eso, aprendamos de las aves del cielo, que no tienen granero, y siempre tienen que comer, no tienen casa y siempre tienen donde guarecerse, pero sobre todo esto saben que aun en la tormenta tienen la protección de su Creador y al terminar la misma salen a alabarle con su canto, asi mismo seamos nosotros.

 

Escrito por

Rebecca Vila Cano

Thursday, April 3, 2014

 
Exceso de equipaje
Muchas veces me he puesto a pensar, que nosotros somos como los carritos del aeropuerto que cargan el equipaje, excedidos por la carga y muchas veces más perdidos por la carga porque no llegan al avión que le corresponde y otras el carrito apenas se mueve porque el peso es demasiado para poder moverlo. Así somos nosotros cargando exceso de equipaje, por las experiencias y situaciones que nos tocan vivir desde pequeños y que se convierten en maletas pesadas que no podemos soltar porque no sabemos cómo o porque las tratamos de ignorar pero el peso sigue en la armario de nuestro pasado, haciendo peso en nuestro presente, obligándonos a ser infelices porque no podemos deshacernos del exceso de equipaje que ocupa nuestra mente y hace espacio en nuestro corazón. Pero hay alguien dispuesto a aliviar el exceso de equipaje y volver a hacernos nuevos y libres de todo exceso innecesario y que se ha vuelto una raíz de amargura. Ese alguien es el Todopoderoso, que está ahí al alcance de una oración, dispuesto a cargar con el exceso de equipaje dañino e innecesario de nuestro pasado. Porque debemos recordar que lo que paso ya no puede volver, a menos que nosotros mismos en nuestras mentes lo hagamos volver una y otra vez y lo hagamos un círculo del que no podemos salir porque nos confunde el pasado con el presente dañando lo que tenemos de frente. El Señor nos ofrece hacerse cargo de todo lo que nos hace daño, voluntariamente, nos ofrece librarnos del mal, mediante la Sangre del Cordero que limpia todo exceso y toda raíz de amargura y nos deja limpios como la nieve recién caída del cielo. Solo debemos dejarlo que nos bañe con Su Sangre Bendita, que limpia a conciencia y profundamente, volviéndonos nuevas criaturas con una nueva visión de lo que nos rodea. Elevándonos como las águilas que se renuevan en la montaña alta y elevan su vuelo restaurado y emergen nuevas y fuertes, así nos quiere el Padre fuertes, guerreros, fieles solo a Él y dispuestos a dejar todo lo que nos hacía daño en el bendito olvido que solo el Creador nos otorga al entregarnos a Él. Dejándolo que more en nuestros corazones y alma, dándole la bienvenida para que nos pastoreé como dice el Salmo 23: 1 – 2 Jehová es mi pastor; nada me faltará. En lugares de delicados pastos me hará descansar, junto a aguas de reposo me pastoreará.
No hay palabras más ciertas que estos versículos del Salmo 23, el Señor nos guarda y nos cuida como una madre a su recién nacido, nos da protección y sobretodo salvación y perdón por nuestras iniquidades y nos transforma y nos limpia con Su Sangre Bendita. Recordemos siempre que Su Sangre quita el exceso de equipaje y nos deja junto a aguas de reposo y en lugares de delicados pastos nos hará descansar. Tengamos esto como escudo y grabado a fuego en nuestras mentes y sobretodo en nuestros corazones. Porque Dios es Rey de reyes y Señor de señores ahora y hasta la eternidad.
 
Escrito por
 Rebecca Vila Cano