Wednesday, July 30, 2014

Alegría de mi corazón





Alegría de mi corazón

 

 Eres la alegría de mi corazón, la bendición que mi alma necesita,

En ti encuentro paz y tranquilidad, la armonía que mi vida necesita.

 

Eres Jehová, mi centro, la alegría de mi corazón

 Alabarte todos los días quiero para que el mundo, sepa que eres la alegría de mi corazón.

Alegría que sobrepasa cualquier situación o problema en ti radican mi fe y confianza, porque me has enseñado que eres la alegría de mi corazón, pura y profunda.

 

Porque en ti he encontrado fortaleza y un amor sin igual he encontrado la salvación y la bendición de tu perdón; mi alma ha encontrado el pan de vida, eres la alegría de mi corazón.

Has abierto los ojos de mi corazón, para que pueda tener una visión más profunda de lo maravilloso y poderoso que eres Padre, para que pueda realizar, que eres la alegría de mi corazón.

 

No hay alegría más grande y duradera que la alegría y gozo infinito que provienen del Padre Celestial, porque,

Ante tu presencia y amparo he encontrado la alegría de mi corazón

Y en ella he de permanecer junto a ti Señor, la alegría de mi corazón.

 

 

 

Escrito por

Rebecca Vila Cano

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Wednesday, July 9, 2014

El quejo nuestro de todos los días

El quejo nuestro de todos los días
Mucho nos gusta quejarnos por todo y por nada que nos sucede en el día, hasta por la vida que tenemos como la tenemos nos quejamos. Esto es el quejo nuestro de todos los días, no falla ante la nada ni nadie, siempre hay una queja que grande o pequeña la hay porque tenemos que quejarnos. Pero olvidamos una cosa básica, que debemos tener un corazón agradecido siempre ante todo sea en lo cotidiano en lo significativo que hallamos orado por esa petición largo tiempo y el Buen Dios nos la concedió en su justo y preciso tiempo con una bendición maravillosa e increíble. En lo mucho y en lo poco tengamos siempre una alabanza a Dios antes que una queja, un corazón agradecido tiene paz y recibe bendiciones inesperadas todos los días porque su fe descansa en el Salvador y en Él espera paciente y calladamente su recompensa. Recordando siempre que el Padre siempre pero siempre tiene una bendición guardada para dárnosla en el momento justo para que podamos confirmar una vez más cuán grande es Él y ser testigos y testimonios de su Poder Inmenso, Infinito, Misericordioso siempre Bueno y Fiel Jehová. Por eso antes del quejo nuestro de todos los días digámosle al Padre Celestial Gracias Padre, por lo que me das, por lo que no porque tú estás conmigo todos los días y por sobre todo esto por tu amor y salvación gloria a tu Bendito Nombre hoy hasta la eternidad, amén.
Escrito por
Rebecca Vila Cano